Bendito desodorante!
Esta misma mañana una clienta me estuvo realizando una serie de preguntas sobre los componentes de los desodorantes, sus posibles efectos adversos…todas esas preguntas me despertaron el gusanillo para actualizar y repasar «el mundo de los desodorantes».
El sudor, pese a lo que mucha gente pueda pensar, no huele mal, es más, es un proceso muy necesario para nuestro organismo, ya las transpiración es uno de los mecanismos a través de los cuales nuestro organismo es capaz de regular nuestra temperatura corporal alrededor de los 36ºC. Entonces si el sudor no huele mal ¿qué es lo que hace que acabe oliendo mal?. Los responsables de los malos olores son las bacterias de la superficie de nuestra piel, que descomponen las sustancias orgánicas presentes en el sudor, siendo esta la verdadera causa del mal olor.
En la mayoría de los desodorante nos encontramos con una serie de compuestos con las siguientes funciones:
- Eliminación o reducción del sudor: los principales agentes antitranspirantes son el circonio y las sales de aluminio. Éstas últimas frenan el flujo del sudor, estrechan las glándulas sudorípadas, sin suprimir la transpiración, pero pueden manchar la ropa e irritar la piel. Las sales de aluminio son una de las principales causas por las que los desodorante presenta un Ph ligeramente ácido.
- Enmascaramiento del mal olor: perfumes
- Absorción del sudor ya generado: no son propiamente desodorantes, ya que su acción es complementaria, al absorber sólo el sudor ya generado
- Impiden el desarrollo bacteriano: los más utilizados son el triclosam y el farnesol, si bien es cierto que muchos desodorante también incorporan compuestos antienzimáticos que interfieren en el proceso de descomposición que realizan las bacterias
- Agentes específicos: son sustancias cuya acción prinipal no es la de desodorante, pero que complementan la acción. Son sustancias hidratantes, regeneradoras de la piel…