Una vez, y van tantas, Enrique Dans nos trae a luz el lanzamiento de Google Health, un servicio en el cual uno podrá ir volcando toda su información médica: enfermedades, alergias, análisis, medicación…Dicha información puede ser cargada directamente por los los centros médicos, la farmacias, estando esta posibilidad sólo accesible para aquellas personas que hayan ido a los centros que por el momento están adscritas al proyecto, es decir Estados Unidos. No obstante, el paciente, siempre puede ir metiendo a mano todos esos datos para poder ir registrando todo su historial médico.
¿Cómo lo veo yo? La verdad es que la idea me gusta y mucho, aunque existan matices. Por mi experiencia como fármacéutico, como nieto, hijo y hermano de medico, lo que presenta Google Health es tan sólo un almacenamiento de información más práctica que la que actualmente ya están realizando los pacientes. En mi farmacia, por ejemplo, es muy habitual econtrarnos con pacientes que traen el médico en una carpeta todo su historial médico, todos sus análisis, todas las pruebas que le han realizado los especialistas en los últimos 5 años. Por eso, Google Health me parece una herramienta que puede resultar muy pero que muy útil, no para los pacientes polimedicamentados de hoy en día, si no para cuando nosotros, seamos esos pacientes. ¿Por qué digo esto? Porque a día de hoy, los pacientes en los que un exahusitvo control de sus pruebas, de sus medicamentos es más necesario, no tienen la capacidad de realizarlo por ellos mismos, porque estamos hablando de tecnologías que nunca han oído hablar e incluso estamos hablando de gente, que a sus 70 años no saben leer ni escribir. Resumiendo mi punto de vista. Si me encanta Gmail porque tengo accesible todos mis correos desde cualquier lugar ¿cómo no me va a gustar tener accesible mi historial médico en cualquier momento?
Esta utilidad puede resultar muy útil para aquellas personas que viajen mucho por distintos países que no sean el suyo, siempre y cuando sean capaces de «traducir» las marcas comerciales de medicamentos o traducirlas directamente a las medidas utilizadas en el país en el que se estén observando los datos en ese momento. Es decir, si voy a USA y estoy tomando Cardyl (atorvastatina) en España, al acceder a mi historial en Estados Unidos, sería muy práctico que me interpretase esa medicación a mi localización, y me digese que mi medicación en ese país se llama Lipitor, que mi peso de Kg me lo pasase a Lb…
No obstante, también tiene unos puntos que me gustan menos. En primer lugar, para que dicho historial fuese realmente fiable, no debe ser introducido por el paciente, si no ser extraído directamente del sistema informático del centro médico o de la farmacia porque así evitaríamos errores en la introducción de datos. Mas aún cuando en España, la mayoría de los informes siguen viniendo con letra de médico y donde muchas veces, pese a tener mucha experiencia leyéndolos, nos cuesta mucho interpretar a personal cualificado dicho diagnóstico o tratamiento, y en estos temas, pequeñas diferencias de cantidades o de letras pueden tener siginificados e implicaciones completamente diferentes. Es más, creo que en el registro de los datos, debería quedar de una manera clara, quien y como ha introducido esos datos en tu perfil, porque ¿ El médico dará valor a un determinado dato extraño si dicho dato ha sido introducido por el paciente o simplemente pensará que ha sido un error? Si un médico toma una decisión en funcion de su historial y dicho historial presentaba errores introducidos por el paciente ¿será el médico el responsable?
Otro de los puntos más discutibles, es que bajo mi punto de vista la medicina no es una ciencia exacta, dos más dos en medicina, no son siempre cuatro. Que quiero decir con esto, que muchas veces, los profesionales de medicina, por su experiencia, por su estudio, por su instinto médico utilizan determinadas medicinas para unas utilidades que muchas veces no están registradas en los prospectos de estas medicinas y sí que tienen evidencias médicas sobre dicha utilidad publicadas en diversos medios científicos de calidad contrastada. Hay veces que la teoría dice una cosa y la práctica otra. Por mi experiencia como Product Manager de Prograf para Portugal, siempre me acuerdo de una frase que los cirujanos decían sobre los catedráticos: «los libros no sangran». Me gusta, que el paciente esté informado, es más creo que es su obligación estar informado y preguntar al médico, si no pasa lo que pasa, pero llega un momento clave en donde una vez explicado el posicionamiento del médico uno tiene que decidir si confía en su información o en la información del médico y su experiencia