En la sociedad actual, la mayoría de nosotros tenemos acceso a más información de la que podríamos haber imaginado hace unos cuantos años. Los adolescentes actuales tienen acceso a toda la información necesaria para tener una buena formación sexual. Sin embargo, mes tras mes, y pese a que la píldora del día después siempre se dispensa con receta médica que queda en nuestro poder, las ventas de este producto no hacen otra cosa más que aumentar de año en año.
Que nadie se lleve a engaño, la tristeza que me producen estas estadísticas, poco tienen que ver con mi formación en un colegio católico, si no que medicamentos que tendrían que ser usados de una manera puntual, se empiezan a convertir, en un método anticonceptivo más para los más jóvenes. Prueba de ello, es que rara vez este tipo de pastillas se vende a mayores de 30 años…
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